Iluminacion-i3 by Schuller

Hablar de iluminación-i3 —también conocida como i3 by Schuller— es hablar de una forma muy contemporánea de entender la luz en casa. La línea nace dentro del catálogo de Schuller S.L., fabricante valenciano con larga trayectoria, y se nota: cada pieza busca el equilibrio entre estética y funcionalidad, con acabados cuidados y un precio que no se dispara. Si tu objetivo es renovar el salón, vestir el comedor o dar un toque de diseño a la isla de cocina, i3 propone soluciones fáciles de integrar, sin estridencias y con ese aire actual que combina bien con estilos nórdicos, industriales suaves o interiores más neutros.

 

El lenguaje de la colección es reconocible: metal negro mate como base, acentos en cobre satinado o cromo y tulipas de cristal ahumado (smoky) o ámbar que suavizan el brillo y añaden calidez. Algunas referencias incorporan LED integrado a 3000K, muy práctico si buscas eficiencia, y otras apuestan por casquillos E27 o GX53 para que elijas la bombilla —filamento decorativo, smart regulable, luz más cálida o más neutra según la estancia—. La altura regulable en la mayoría de colgantes permite afinar la instalación con precisión, algo esencial cuando van sobre mesas o encimeras.

 

Más que una única lámpara icónica, i3 funciona como un pequeño “ecosistema” de familias que puedes combinar para crear un hilo conductor entre estancias. Venize, por ejemplo, mezcla negro satinado con cristal ahumado y se mueve con soltura entre el comedor y la cocina. Carisa incorpora una doble tulipa (cristal exterior y difusor interior) que reparte la luz con suavidad, ideal para largas sobremesas. Olaia se siente especialmente cómoda en dormitorios y salones que buscan un ambiente acogedor, mientras Irias —con casquillo E27— es una aliada natural de los rincones de lectura gracias a sus versiones de sobremesa y pie. Si prefieres algo más escultórico y continuo, notarás el guiño contemporáneo de series como Naos o propuestas de aros y líneas LED pensadas para salones de aire minimalista.

 

Elegir bien no es cuestión de listas interminables, sino de visualizar el espacio que quieres iluminar. En comedor, la regla de oro es que el conjunto de la lámpara ocupe aproximadamente un 60–75% del ancho de la mesa y quede a 75–85 cm de la superficie. Con mesas de 140–160 cm, una línea de tres luces suele resultar proporcionada; a partir de 180–220 cm, funciona muy bien pasar a cuatro o cinco luces o bien montar dos colgantes individuales en fila. En cocina, sobre una isla, el ritmo lo marcan dos o tres colgantes 1L alineados con una separación regular; la temperatura 3000K crea ambiente, y si cocinas mucho puedes combinar con puntuales más neutras (alrededor de 4000K) sobre la zona de trabajo. En dormitorio, los colgantes 1L sustituyen con elegancia a los apliques tradicionales sobre la mesilla y liberan superficie; para recibidores y pasillos, mejor optar por piezas compactas o plafones que no interfieran con las puertas ni el paso.

 

La tecnología acompaña sin complicaciones. Si te atrae la idea de un dimmer, conviene confirmar la compatibilidad del driver (en LED integrado) o elegir bombillas regulables cuando el casquillo lo permita. Un CRI ≥80 dará colores más naturales al mobiliario y a los textiles, y un cristal smoky o ámbar ayudará a domar el deslumbramiento cuando la lámpara queda muy a la vista.

 

En cuanto a precios, i3 destaca precisamente por su accesibilidad: es habitual encontrar colgantes individuales por debajo de los 50 €, mientras que las composiciones de tres a cinco luces se mueven en una franja de cientos de euros, dependiendo de la serie, los acabados y la tienda. Si vas a iluminar varias estancias, considerar packs o familias completas (colgante + sobremesas + apliques) suele salir a cuenta y, de paso, unifica el lenguaje visual de la vivienda.

 

Al final, el valor de i3 está en facilitarte la vida: ofrece un catálogo coherente, actual y con buenas opciones técnicas tanto para quien prefiere “enchufar y listo” como para quien quiere ajustar temperatura, regulación y tipo de bombilla a su gusto. Si ya tienes medidas y una idea del ambiente que buscas, elegir tu i3 será casi instintivo. Y si partes de cero, un truco sencillo: piensa primero en el uso (comer, leer, conversar), después en la sensación que quieres (íntima, vibrante, neutra) y por último en el formato. Con esa triada, es difícil no acertar.